Categoría: COVID-19



¿En qué consiste el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia?

Es una hoja de ruta clara que incluye inversiones y un amplio conjunto de reformas estructurales en el desarrollo de los fondos europeos de recuperación Next Generation UE en el periodo 2021-2026.

En este contexto, deben llevarse a cabo medidas en el marco establecido por el Reglamento (UE) número 2021/241 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de febrero, por el que se establece el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que financiará el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, con el objetivo de hacer frente a los efectos de la crisis provocada por la COVID-19, así como los impactos económicos que conlleva.

¿Cuál es el objetivo del Plan de Recuperación de la economía española?

El objetivo principal del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España es acelerar la recuperación económica y social tras la crisis del COVID-19 y lograr incrementar la capacidad de crecimiento a medio y largo plazo

Convocatoria de Ayudas Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

¿Cómo se estructura el Plan?

El Gobierno ha elaborado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, sobre cuatro ejes transversales: la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión territorial y social, y la igualdad de género 

Políticas Palancas del Plan y componentes 

El Plan se proyecta en 10 políticas tractoras, llamadas Políticas Palanca,  que a su vez se estructuran en 30 componentes que articulan los proyectos coherentes de inversiones y reformas para modernizar el país.

¿Cómo puedo acceder a las ayudas de los Fondos Next Generation?

Convocatoria de Ayudas Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

¿Cuántas personas podemos juntarnos en una casa rural esta Semana Santa en Andalucía?

La Limitación de movilidad por provincias y el cierre de las comunidades autónomas a nivel estatal debido a la pandemia mundial en la que nos encontramos inmersos, ha provocado una cascada de cancelaciones de alojamientos y una ola de reservas de casas rurales dentro de la provincia de residencia en cada una de las Comunidades Autónomas para pasar la Semana Santa de 2021, al aire libre y en contacto con la naturaleza.

En este post vamos a tratar, siguiendo el hilo conductor de la normativa vigente, de dilucidar qué aforo deben aplicar las casas rurales en Andalucía durante la Semana Santa del 2021.

Normativa Nacional

En principio, la normativa nacional, en el RD 926/2020, de 25 de octubre, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-Cov-2, recoge en su artículo 7 lo siguiente:

  • La permanencia de grupos de personas en espacios de uso público tanto cerrados como al aire libre, quedará condicionada a que no se supere el número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes.
  • La permanencia de grupos de personas en espacios de uso privado quedará condicionada a que no se supere el número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes

Por tanto, con carácter general limita la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados a un máximo de 6 personas, salvo que se trate de convivientes y sin perjuicio de las excepciones que se establezcan en relación a dependencias, instalaciones y establecimientos abiertos al público.

Esta medida será eficaz en el territorio andaluz sólo cuando se acuerde expresamente por la Comunidad Autónoma de Andalucía, como así ha sido.

Normativa Autonómica Andaluza

De esta forma, la Disposición final primera del Decreto del Presidente 8/2021, de 4 de marzo y el reciente Decreto del Presidente 9/2021, de 18 de marzo, por el que se establecen medidas en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía en aplicación del Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre, recoge en su artículo 6 la siguiente limitación de la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados:

  1. La permanencia de grupos de personas en espacios de uso público, tanto cerrados como al aire libre, queda condicionada a que no se supere el número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes, a excepción de velatorios y entierros.
  • La limitación establecida en el apartado anterior no afectará a la confluencia de personas en instalaciones y establecimientos abiertos al público que cuenten con un régimen aprobado por la autoridad sanitaria.
  •  La permanencia de grupos de personas en espacios de uso privado queda condicionada a que no se supere el número máximo de seis personas, salvo que se trate de convivientes.
  • La modificación del número máximo de personas se ajustará a lo establecido en el artículo 8.
  • No están incluidas en la limitación prevista en este artículo las actividades laborales, institucionales, educativas y universitarias, ni aquellas para las que se establezcan medidas específicas en la normativa aplicable.
  • En el caso de las agrupaciones en que se incluyan tanto personas convivientes como personas no convivientes, el número máximo al que se refieren los apartados 1 y 3 será de seis personas, a excepción de los espacios cerrados de hostelería y restauración en los que no se podrá superar el número máximo de cuatro personas.

De otro lado, la Orden de 29 de octubre de 2020, por la que se establecen los niveles de alerta sanitaria y se adoptan medidas temporales y excepcionales por razón de salud pública en Andalucía, para la contención de la COVID-19, sólo se refiere a las casas rurales de forma tangencial, al incluir en el CAPÍTULO XII, un espacio destinado a: “Hoteles y alojamientos turísticos”.

Dentro de este capítulo XII, dedica su art. 36 a los espacios comunes de hoteles y alojamientos turísticos, y recoge lo siguiente:

«1. A los servicios de hostelería y restauración de los hoteles y alojamientos turísticos les será de aplicación lo dispuesto para los servicios de establecimientos de hostelería”, que se recogen en el artículo 15 de esta Orden de 29 de octubre.

“ Con carácter general el consumo fuera o dentro del local se hará sentado en una mesa, o agrupaciones de mesas, debiendo asegurarse el mantenimiento de la debida distancia de seguridad entre mesas o grupos de mesas para que, entre clientes de diferentes grupos, haya como mínimo 1,5 metros o, en su caso, entre clientes situados en la barra, si el consumo en barra se permitiera. La ocupación máxima será de seis personas por mesa o agrupación de mesas”.

Por otro lado, añade el citado artículo 36 que, en el nivel de alerta sanitaria 2, la ocupación de las zonas comunes de los hoteles y alojamientos turísticos (aquí se incluyen las casas rurales) no podrá superar el 50% de su aforo.

 Las casas rurales cuentan con espacios comunes como salones y cocina, que son compartidos por los clientes alojados, o con espacios exteriores de uso colectivo, como patios, aunque no tienen por qué contar obligatoriamente con servicios de hostelería o restauración.

Entendemos, que la ocupación de estos espacios comunes no puede superar el 50% de su aforo, y que los grupos de personas en los mismos no pueden superar el número de 6 (salvo que se trate de convivientes).

No obstante, las casas rurales suelen ser de alquiler completo, aunque también existe la opción de alquilarla por habitaciones con disfrute de las zonas comunes.

En el caso de alquiler completo ¿Qué límite de personas se permite? ¿Se aplica el límite del 50% del aforo de sus espacios comunes? ¿Se aplica el límite genérico de 6 personas máximo, o grupo de convivientes?

Consultada la administración provincial competente sobre este caso concreto, se ha pronunciado de la siguiente manera:

  • Si la casa rural se alquila completa entendemos que el número máximo de personas alojadas debería ser de 6, salvo que todos los que se alojen sean convivientes, en cuyo caso podrá ser igual al número habitual de convivientes.
  • En el supuesto de que se trate de un alojamiento en que se alquilen habitaciones y tengan zonas comunes se deberá estar a lo establecido en el art.36 de la Orden de 29 de octubre de 2020 (es decir 50% del aforo de sus espacios comunes). En todo caso, los grupos que ocupen estos espacios comunes no deberán exceder de 6 personas, salvo convivientes. Si cuenta con espacios cerrados de hostelería y restauración, los grupos no superarán cada uno de ellos el número máximo de 4 personas (salvo convivientes). Todo ello, manteniendo la distancia de seguridad entre ellos.

Según lo anterior, la respuesta a la pregunta ¿PODRÉ COMPARTIR UNA CASA RURAL CON AMIGOS EN SEMANA SANTA EN ANDALUCÍA? es que , se puede alquilar para compartir con amigos en Andalucía una Casa Rural completa en Semana Santa, siempre y cuando no se supere el aforo máximo de 6 personas, salvo que sean convivientes en tal caso se ajustará al número de convivientes. En caso de que sea es una Casa Rural de alquiler por habitaciones, puede ser ocupada hasta el 50% del aforo de las zonas comunes de esta casa rural (salón, comedor, cocina) por lo que variará el número de personas que puedan alojarse dependiendo de dicho aforo.

Artículo elaborado por María Serrano. Socia consultora ADEITUR Consultoría Turística.

Ya son 17,2 millones de pernoctaciones menos en Andalucía y 105,4 en España.

Tomando los últimos datos del las Encuestas de Ocupación  Hotelera publicadas por el I.N.E., ya podemos confirmar el inmenso efecto negativo de la crisis del COVID-19 sobre el sector turístico de Andalucía, y por supuesto en todo el país.

Pernoctaciones en Andalucía durante el Primer semestre de 2020.

Tomando de referencia los datos del los turistas llegados al conjunto de nuestras provincias andaluzas, que han pernoctado en establecimientos hoteleros durante el primer semestre de 2020, podemos confirmar que se han producido un 66,72% menos de turistas respecto al mismo periodo del año anterior, es decir, 6.250.940 turistas menos, lo que ha supuesto para nuestros hoteles 17.190.437 pernoctaciones menos a lo largo de estos seis meses.

A España le ha supuesto más de 105 millones de pernoctaciones menos.

Según estos datos estadísticos la  provincia más perjudicada ha sido Huelva, que ha disminuido en un 84,95% el número de pernoctaciones respecto al primer semestre de 2019. Le siguen Almería y Cádiz con un 81,08% y un 82,88% menos, respectivamente. Las ciudades más orientadas al turismo cultural, como es el caso de Córdoba, Sevilla y Granada, el descenso se ha visto ligeramente menos acusado, aunque todas han superado el 70% menos de pernoctaciones.

Repercusión económica del COVID-19, en el sector turístico de Andalucía (Primer semestre).

Respecto a la cantidad de euros que Andalucía ha dejado de ingresar por estos turistas que han dormido en hoteles, podemos calcular, tomando de referencia el gasto medio del semestre de 2019 publicado por la ECTA, la cantidad de 1.163 millones de euros menos respecto al primer semestre de 2019, es decir más del 70,44% menos. En España, aplicando el mismo dato de gasto medio por turista que en Andalucía se elevaría la cantidad a 7.131 millones de euros menos, es decir un 70,49% menos, respecto al primer semestre 2019.

En valores absolutos Málaga es con diferencia, la provincia que más deja de ingresar con 433 millones menos, seguidas de Cádiz y Sevilla con unos 200 millones menos cada una. Siguiendo con valores absolutos, las provincias que menos euros pierden son Jaén con 27 millones menos y Córdoba con 50,5 millones. En términos relativos todas las provincias superan con creces el 70% menos.

Si a estas cifras le sumáramos aquellos turistas que pernoctan en Viviendas con Fines Turísticos (VFT), Apartamentos, Viviendas Turísticas de Alojamiento Rural (VTAR), Casas Rurales, Camping y los alojamientos de amigos y familiares, las pérdidas sobre los destinos podrían duplicarse como mínimo.

Pronóstico y Reflexiones

El peor enemigo a fecha de hoy es la enorme incertidumbre que planea en el sector. El asunto de los rebrotes, que ya están afectando directamente a la anulación de reservas, el temor a una nueva expansión de contagios para el otoño, el desconocimiento aún del plazo de los ERTES, de las medidas fiscales, de una nueva política de restricciones o medidas de prevención sanitaria a la entrada de la demanda exterior en función a la evolución de la pandemia, etc, etc, provoca un aletargamiento del sector que muchos no podrán salir de él.

Es el momento de mantener un sector unido y cohesionado, potenciar el asociacionismo empresarial y buscar la máxima coordinación entre el sector público y el sector privado para la puesta en marcha las medidas de choque desde todos los ámbitos territoriales. Es el momento en el que entre todos apliquemos con mayor intensidad los conceptos de sostenibilidad, responsabilidad y digitalización sobre nuestros destinos, de lo que habría mucho de que hablar. No debemos demorar más la planificación turística estratégica en esta línea, la única en la que todos y todas debemos participar.

No olvidemos nunca que de los 200 países que existen en el mundo, España ocupa el  2º lugar preferido para ser visitado. Por el carácter tan transversal que el sector turístico tiene sobre el resto de sectores productivos, una apuesta política débil ahora podría hacer peligrar esta situación, arrastrando a una enorme cantidad de negocios, profesionales y trabajadores a la ruina a corto y medio plazo.

Hay que confiar que cada euro que la Administración apueste por mitigar los efectos de la crisis sobre el turismo, el sector lo devolverá con creces al estado del bienestar social, a través de la consolidación del empleo y la generación de riqueza.

26 de julio de 2010

ADEITUR CONSULTORÍA TURÍSTICA

Antonio Ramos Pemán

(Consultor. Administrador Solidario)

El ritmo de recuperación de los destinos de Andalucía dependerá muy estrechamente del factor estacionalidad, combinado con la dependencia de los mercados extranjeros.

sin duda, la estacionalidad en el turismo es un elemento contrario a un turismo sostenible, que implique retornos a la comunidad local, a la vez que preserve su patrimonio tangible e intangible.

Análisis de la Estacionalidad de las Provincias de Andalucía según las estaciones del año.

A continuación analizamos la estacionalidad de las provincias de Andalucía según las estaciones del año.

En Andalucía, la provincia que sufre la estacionalización más aguda es  Almería, con el 51% de pernoctaciones en los tres meses de verano. Este dato está claramente vinculado con la circunstancia de que es la provincia que recibe menos turismo extranjero. En segundo y tercer lugar se encuentra Huelva y Cádiz, con picos en verano que llegan al 47,69% y 44,49% respectivamente. El cuarto lugar lo ocupa Málaga.

Como podemos ver, las provincias costeras sufren una estacionalidad más pronunciada que las provincias de interior, exceptuando Granada.

La dependencia de los mercados exteriores

En el cuadro siguiente se recoge las entradas de turistas en Andalucía, que pernoctan en establecimientos hoteleros, deglosándolos por provincias y por procedencia.

Como puede observarse, las provincias cuyo potencial e identidad turística pivota principalmente en la oferta para el turismo cultural, como Córdoba, Sevilla y Granada, son las que menos sufren el fenómeno de la estacionalidad turística, siendo muy similar la afluencia de turistas en primavera, verano y otoño. Esta situación también se produce en la provincia de Jaén, cuya identidad está muy vinculada con la oferta de naturaleza y cultural.

De estas tres provincias, como podemos ver, la que tiene mayor dependencia del turista extranjero es Sevilla. Esta circunstancia podría ralentizar su recuperación de la crisis provocada por el COVID-19, debido a la tendencia de reducción de turismo internacional.

Respecto a las pernoctaciones provocadas por turistas extranjeros en estas tres provincias, destaca Sevilla con un 60,62%, frente a un 46% de Granada, ocupando Córdoba el último lugar, con un 39,28% de pernoctaciones de turistas extranjeros.

Si atendemos a las provincias costeras, merece especial atención el caso de Málaga, que con 3.618.870 turistas extranjeros, quienes producen el 71,80% de las pernoctaciones totales en la misma. Esta caracterización del destino puede acarrear, sin duda, un mayor esfuerzo para su recuperación, ya que combina una alta estacionalidad con una presencia predominante de turistas extranjeros. La confluencia de ambos factores nos hace pensar que necesitarán algunos meses más para llegar a la normalidad en la ocupación de enorme planta hotelera con la que cuentan.

Al margen de que, tras la COVID-19, los destinos con mayor dependencia de extranjeros vean más ralentizada su recuperación, seguro que dará fruto la apuesta por una importante promoción en los mercados emisores consolidados, así como continuar indagando las potencialidades de nuevos mercados y países lejanos. El turista extranjero es una fuerza muy importante para el destino España y para el destino Andalucía, contribuyendo a paliar las oscilaciones de la demanda. Por tanto, trabajar la captación o fidelización de estos destinos internacionales continúa siendo una prioridad. Todo ello sin descuidar al turista nacional.

En términos generales, la media  de pernoctaciones de  Andalucía se sitúa un  27,8% en primavera, frente un 37,22% en verano, cifras similares a las de nivel nacional.

La estacionalidad en el caso de Córdoba.

Siendo rigurosos, cuando hablamos de turistas nos referiremos a aquellos visitantes que pernoctan en Córdoba  al menos una noche, en nuestros  alojamientos reglados (hoteles, hostales, pensiones, apartamentos, etc.) y no reglados (VFT, VTAR, casas particulares, etc.)

Siguiendo las encuestas del INE para el año 2019, el número de turistas  que pernoctaron en alojamientos reglados en Córdoba durante la primavera (sumando capital y provincia) representaron tan solo  un 4,89% más respecto al verano y menos de un 6% respecto al otoño.  Este dato supone  que Córdoba acoge en  primavera unos 66 mil turistas más que en los meses estivales.  Estos porcentajes, respecto al 1,35 millones de turistas visitaron y pernoctaron en nuestra provincia al año, es de una importancia relativa en términos de estacionalidad. Máxime si tenemos en cuenta que en primavera tenemos dos hitos turístico-culturales de primer orden: La Semana Santa y la Fiest de los Patios.

Un dato concreto a resaltar es que, en el año 2019, la demanda que  se alojó en establecimientos hoteleros en Córdoba, durante el mes de mayo fue tan solo un 3% más que la que lo hizo en el mes de agosto, (unos 33 mil turistas más). Esta variación no denota una estacionalización preocupante, respecto del total de 1,2 millones de turistas de todo el año.

Si hablamos de pernoctaciones, durante el verano de 2019 hubo 57.418 pernoctaciones menos que en primavera de 2019, pasando de casi 695 mil en primavera a unos 638 mil en verano . El índice de pernoctación en los hoteles  es ligeramente mayor en verano, (1,88 noches por turista) que en primavera (1,71 noches por turista).  

Un aspecto que define el destino Córdoba en primavera es la fuerte atracción de la capital, produciendo un notable incremento en estos meses del número de «excursionistas«. Nos referimos a aquellos visitantes que pasan el día en Córdoba pero no pernoctan. Este colectivo limita el gasto en nuestro destino al prescindir del alojamiento.

La promoción dirigida a estos excursionistas es de gran interés para promover un turismo sostenible. Una promoción dirigida a despertar el interés por conocer otros recursos y atractivos de Córdoba y su provincia, que no son tan icónicos, pero que aportan un enorme valor y autenticidad a la experiencia turística. Este incremento provocado por los excursionistas se evidencia por el incremento de demanda que se produce en Córdoba, en fines de semana y puentes.

Es ya una necesidad acuciante, para dimensionar la importancia del turismo en Córdoba y para la toma de decisiones, públicas y privadas, que se disponga de una observatorio turístico que mida y aporte datos de la demanda: procedencia, perfil, hábitos de viaje y consumo, motivaciones, etc. Es preciso conocer en profundidad quienes y por qué eligen Córdoba. En este sentido, el nuevo Centro de Análisis y Prospectiva del Turismo de Córdoba (CAPT) de la UCO, aportará información relevante a tener en cuenta en la planificación turística del destino.

Antonio Ramos Pemán y María Serrano García

Socios Consultores de ADEITUR

Córdoba 30 de mayo de 2020

Con la pandemia del COVID-19, en términos turísticos, la provincia de Córdoba, tiene una enorme oportunidad, a la vez que responsabilidad, para fidelizar a una nueva demanda de turismo rural y naturaleza para años venideros.

La provincia de Córdoba, sin la capital, ofrece una buena oferta de alojamiento para la nueva demanda de turismo rural, no solo en calidad sino también en cantidad. De hecho, sumando todas las plazas por tipos de alojamiento, de las 31.540,  la provincia tiene casi la mitad llegando  hasta un 48,61% del total, es decir, 15.396 plazas, teniendo la capital el 51,19%. Sin embargo si nos referimos a número de alojamientos, cuyo total en toda Córdoba son 2.499, vemos que en la provincia tan solo dispone de la tercera parte, de lo que se deduce que el tamaño de los establecimientos en la provincia son inferiores a los de la capital. De esta manera se adaptarán mejor a la nueva demanda de perfil familiar o grupos reducidos.

Las diferencias más pronunciadas se aprecian en la VFT, que casi las aglutina la capital con un 94,47%. Obviamente las plazas de camping y casa rurales se concentran en la provincia.

El número de plazas hoteleras, tanto en la capital como en la provincia, ha dejado de superar a las extrahoteleras. En la capital el número de plazas de la VFT sumadas a la de los apartamentos igualan prácticamente a las plazas hoteleras. Y eso que aún estamos muy por debajo de otras capitales en cuanto a este tipo de de alojamiento.

En cuanto a la capacidad alojativa de la provincia, las comarcas de la Subbética y de la Vega del Guadalquivir, copan más del 56% de todo el territorio, llegando entre ambas comarcas a sumar 9.316 plazas (5.232 la Subbética y 4.084 la Vega). Algo menos del 40% de las plazas de alojamiento en Casas Rurales corresponde a la Subbética con  1.068. El 16,5% las tiene el Guadiato con 469.

En cuanto a las plazas de camping, más de la mitad de las plazas se concentran en la Vega del Guadalquivir, seguida de la Subbética.

Muy destacable es el incremento importante de las Viviendas Turísticas de Alojamiento Rural (VTAR). Concretamente en la Subbética llegan a 1.420 (60% del total de la provincia), igualándose a las plazas hoteleras si les sumamos las plazas de las VFT.

En mi opinión, en estos momentos, la provincia tiene una enorme oportunidad a la vez que responsabilidad. Mucha nueva demanda de las grandes capitales de España están reservando por periodos largos en Alojamientos Rurales, especialmente en Casa Rurales, convirtiéndose en turismo vacacional por las comarcas cordobesas. En estos periodos la demanda buscará actividades y entretenimiento. Las empresas de turismo activo, de turismo ecológico, de ocio y actividades complementarias deben ofrecer todo lo mejor de sus servicios ya que entre su oferta, considerada muy profesional, y la excelente calidad del alojamiento de nuestra provincia, tendremos la oportunidad de fidelizar esta demanda para años venideros.

La búsqueda y la posibilidad de reservas de estos servicios será ahora más fácil gracias a la nueva Asociación Empresarial de Turismo de la Provincia de Córdoba (Emcotur), que engloba a todo un tejido empresarial de todos los sectores turísticos repartido por todas las comarcas y que está en continuo crecimiento. Para lo que queda de año ofrecerán experiencias, paquetes turísticos, servicios turísticos de todo tipo, información, etc. esperando comercializar sus productos desde la misma capital.

En  Córdoba a 20 de mayo de 2020.

Antonio Ramos Pemán  y María Serrano García

(Socios Consultores de ADEITUR CONSULTORÍA TURÍSTICA )

(Presidente de Emcotur)

Ahora es el momento de analizar exhaustivamente lo que ocurrió en Córdoba en los meses centrales de verano del año pasado (julio, agosto y septiembre) respecto al flujo de turistas y los euros que dejaron en nuestra provincia, para planificarse estratégicamente mejor ante los nuevos acontecimientos.

El análisis del gasto de la última parte, que han realizado los turistas en verano de 2019, se ha analizado sobre aquellos que han pernoctado en todo  establecimientos reglados, como son todo tipo de Establecimientos Hoteleros, los Alojamientos Rurales, los Apartamentos y los Camping, y los que hayan pernoctado en los no reglados como son Viviendas con Fines Turísticos (VFT) y Vivienda Turísticas de Alojamiento Rural (VTAR), alojamientos de amigos y de familiares.

En el cuadro siguiente, nos centramos solo en los turistas que han pernoctado en establecimientos reglados. Observamos que durante los meses centrales de verano, es decir, julio, agosto y septiembre de 2019, llegaron a Córdoba capital y provincia 333.689 turistas que pernoctaron en los establecimientos reglados casi 626 mil noches. Entre ambos, cada turista pernocta 1,88 noches es decir, más de 20 décimas que la media del año.  Estos meses del verano suponen la cuarta parte del turismo de todo el año (algo más en la provincia que en la capital), nada que ver con la estacionalidad de los destinos de sol y playa.

Los efectos negativos de la pandemia se agudizan en la capital.

Siguiendo con el análisis del cuadro anterior observamos que la proporción de españoles y extranjeros varía significativamente si van a la provincia o a la capital, así como el número de noches por turista. Así, si a la capital,  el 60% aproximadamente de los que viajan son  españoles y un 40% de extranjeros, dejando entre ambos 1,71 noches, a la provincia sin embargo el 75% son españoles y solo el 25% extranjeros, dejando entre ambos 2,30 noches. Podemos concluir que la provincia se verá algo menos afectada a los efectos negativos sobre el turismo que provocará la pandemia por el Covid19.

También apreciamos cómo la provincia, en el verano de 2019, aporta más del 33% de pernoctaciones al total de la suma de la capital más la provincia, llegando a superar el 40% si son españoles. Estos indicadores nos demuestran que la pandemia golpeará a la provincia con menos crudeza que a la capital. Además, si sumamos que el nuevo perfil de la demanda optará en mayor medida por destinos de cercanía y concretamente de naturaleza, los efectos negativos previsibles se verán algo más aliviados. Deducimos por tanto, que la capital cordobesa se verá más afectada negativamente que la provincia, ya no sólo por la estructura de la demanda turística de los cuadros anteriores, sino por el tipo de alojamiento al que prefieren los turistas en estos meses.

En el cuadro siguiente se observa que del total de turistas que llegaron a la capital de Córdoba en verano y que durmieron en establecimientos hoteleros, más del 97% lo hicieron en hoteles, descendiendo este porcentaje hasta el 66%  si viajaron a la provincia. Serán los hoteles los más perjudicados por la pandemia ya que aún la incertidumbre de la evolución de los acontecimientos hace mucho más difícil la decisión de una reapertura en las condiciones establecidas por el Gobierno. Estos porcentajes se reducen enormemente si contamos todos los turistas, se alojen de forma reglada como si no, es decir también en VFT, VTAR, Casas de amigos, de familiares, etc.

Procedencia del turismo nacional

Si analizamos la procedencia de los turistas españoles que pernoctan en Córdoba en todo tipo de alojamientos hoteleros, durante el verano, observamos que más del 43% proceden de la misma Andalucía, dejando más de 127 mil noches de hotel. Un 35,64% proceden nada más que de las Comunidades Autónomas de  Madrid, Cataluña y Valencia, dejando más de 113 mil noches frente a las 66 mil del resto de CCAA. Se puede apreciar, en el cuadro siguiente, la importancia de estos cuatro destinos para Córdoba: Andalucía, Madrid, Barcelona y Valencia ya que entre todos suman más del 78% del total de españoles. Serán estos destinos dónde las campañas publicitarias dirigidas al público final,  para promocionar la marca-destino Córdoba por parte de la Administración Pública competente, deberán poner el centro de la diana. El mismo sector privado deberá sumarse a estas campañas desde sus negocios para mejorar el posicionamiento en la Red. La provincia además debería planificar a muy corto plazo, una potente campaña de comunicación coordinada de forma público privada para promocionarse en la capital.

Los ingresos directos que dejaron los turistas en los tres meses centrales del verano 2019.

El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), nos ofrece una información muy valiosa para aproximarnos al volumen de ingresos que dejan los turistas en Córdoba.

El número de turistas que durmieron en todo tipo de alojamiento, tanto reglados como no reglados, es decir además de los ya analizados le suman los que pernoctan en VFT, VTAR y casas de amigos y familiares, albergues, etc.,  en el tercer trimestre del año se estima en 501 mil. Además estiman que cada turista tiene una estancia media en Córdoba de 4,2 día. Esto nos lleva a calcular que el verano de 2019, los turistas se dejaron en Córdoba casi 121 millones de euros. Si estimamos que un 30% se lo gastan en la provincia, eso le supone unos 36 millones de euros de ingresos, llegando la capital a más de 84 millones.

Sobre este análisis cada uno debe sacar sus propias conclusiones respecto a los posibles escenarios que pudieran plantearse en cuanto al efecto negativo de esta terrible pandemia sobre el verano que está por llegar.

Por ejemplo, con un escenario del 50% de destrucción de demanda se perdería este verano la cantidad nada despreciable de 60 millones de euros, pero yo no me atrevería ahora mismo a confirmar este escenario ni ninguno hasta que no obtengamos más datos de las fuentes oficiales.

Vayamos preparando nuestras estrategias, reorientándolas de forma más efectiva y aprovechando la microsegmentación que te brinda las nuevas tecnologías.

En Córdoba a 3 de mayo de 2020

Antonio Ramos Pemán

Socio Consultor de ADEITUR

Los Destinos 4S, UNA ALIANZA INELUDIBLE CON LA SOSTENIBILIDAD ES CLAVE PARA LOS DESTINOS TURÍSTICOS, TRAS EL COVID-19.

En esta situación dramática y de futuro incierto debemos recordar a Darwin: las especies que sobreviven son las que mejor se adaptan al medio.

Sin duda, el turismo constituye uno de los pilares principales de la actividad económica de nuestro país, una actividad de un gran impacto social y de una enorme transversalidad, por lo que sus tentáculos alcanzan y tienen reflejo en múltiples sectores y colectivos.

Para dimensionar lo que supone el sector turístico y acercarnos a los datos cuantitativos que evidencian su repercusión socio-económica, baste con resaltar que a España llegaron, en el año 2019 83.7 millones de turistas extranjeros, lo que representa unos ingresos estimados de 92.337 millones derivados de esta actividad.

El turismo representa en nuestro país el 12,3% del PIB y es, o ha sido, capaz de generar el 12,7% del empleo total, 2,4 millones de afiliados a la seguridad social en este sector.

Por su parte, Andalucía recibió en el año 2019, (según datos de la ECTA y de la propia Junta de Andalucía)  32,4 millones de turistas, y estiman que supuso unos ingresos  directos e indirectos de 22.600 millones de euros para nuestra región.

A nivel mundial, según un informe de la OMT,  la estimación del impacto del COVID-19 apunta a «bajadas del -20%-30% en número de turistas internacionales, lo que supondría un declive de los ingresos por turismo internacional (exportaciones) de entre 300.000 y 450.000 millones de dólares, casi un tercio del billón y medio de dólares alcanzado en 2019″.

Ante esta trágica situación social y económica, sin precedentes ¿cómo deben los destinos enfocar y estructurar su oferta para atraer al “nuevo turista” tras el COVID-19?

¿Qué prioridades debe acometer los destinos? ¿Cuáles tienen más oportunidades?

Se nos plantea, pues, un escenario totalmente nuevo e incierto, en el que las incógnitas son numerosas y muy importantes.

Todo dependerá de la evolución de la enfermedad y de las medidas adoptadas para paliar sus tremendos efectos en diferentes espacios y aspectos.

No obstante, aún a pesar de este enorme espacio de incertidumbre, nos aventuramos a afirmar que:

  • Los destinos tienen que hacer una alianza permanente con el concepto de desarrollo sostenible, entendiendo el concepto de sostenibilidad desde una perspectiva integral.
  • Nuevos valores están ya en la agenda del turista, para quedarse: seguridad y salubridad en el destino.
  • Se producirá una introspección turística, es decir, primará el turismo de cercanía, al menos en el corto plazo. Un turismo alejado de masas, que no exija desplazamientos colectivos y busque espacios libres y auténticos. Ganarán posiciones los destinos locales que cumplan con estos requisitos.
  • Se exigirá la mejora de la “gobernanza” del sector, incidiendo en fórmulas de interacción público-privada.
  • El sector exigirá mayor profesionalización en la toma de las decisiones públicas.

¿Cómo será el nuevo turista tras el COVID-19?

El nuevo turista será más “consciente” antes y durante su estancia. Sin duda, esta pandemia va a implicar una modificación sustancial de los hábitos de consumo en general, y especialmente en los hábitos de consumo de ocio y turismo.

El turista post-covid será más cauteloso en la elección de destino. Necesitará, además del atractivo de la oferta, que los actores turísticos sean capaces de garantizarle seguridad y la salubridad.

En el nuevo turista confluirán dos sentimientos contradictorios: el miedo y el ansia de libertad. Huirán, al menos en el corto plazo, de destinos masificados, evitando espacios donde se congreguen muchas personas, eludiendo medios colectivos de transporte, etc.

Por otro lado, tendrán (tendremos) una imperiosa  necesidad de disfrutar en libertad, de gozar de espacios abiertos al aire libre, especialmente aquellos turistas que residan en grandes ciudades.

Por tanto, los destinos ubicados en estos entornos alejados de la masificación, capaces de contar con una oferta identitaria, que preserve sus valores autóctonos, que proporcionen libertad de movimiento y sean capaces de arbitrar medidas para garantizar la seguridad al turista, en múltiples aspectos, ocuparán los primeros puestos.

Desde esta perspectiva, se abre una oportunidad para destinos ubicados en entornos rurales, para el interior de las provincias, destinos locales que han sabido preservar su propia identidad y que son capaces de garantizar, además,  la seguridad y la sostenibilidad natural y cultural de su patrimonio. Serán los destinos más competitivos.

En el desarrollo del turismo tomará fuerza una máxima que rige en el desarrollo local desde dentro hacia el exterior, o desde abajo hacia arriba”.

Desde lo local, desde lo  autóctono, desde lo propio y auténtico, pero sin perder de vista las tendencias generales del mercado. Desde lo local para lo global, el turismo comenzará a recuperarse aplicando este principio básico, propiciando el conocimiento y redescubriendo el “interior” de destinos cercanos.

Nos encontramos en una situación en la que es necesario definir  QUÉ  MODELO DE DESARROLLO DE TURISMO queremos.

¡ LA SOSTENIBILIDAD EN EL CENTRO DEL MODELO DE DESARROLLO TURÍSTICO!. Nacen los Destinos 4S.

Esta crisis abrirá, sin duda, un espacio para reflexionar y mejorar sobre el modelo de desarrollo turístico que deseamos y para tomar conciencia, más aún, de la necesidad de dar prioridad a este sector en el marco de la política pública.

Es el momento de profundizar y hacer más efectivos modelos de interacción público-privada, en los que el proceso de gobernanza en el turismo desplegara todo su potencial y evolucionara a nuevas fórmulas, que faciliten la toma de decisiones y señalen estrategias eficaces.

Creemos que es imprescindible adoptar y asumir modelos de desarrollo turístico en los que primen  objetivos de índole cualitativa antes que los cuantitativos.

Sin duda, en estos modelos modelo de desarrollo turístico  es fundamental profundizar en una alianza estratégica con la “sostenibilidad integral» (ambiental, económica, social, en sus procesos y en su comunicación).

En este mismo sentido se pronuncia el presidente del lobby turístico Exceltur, Gabriel Escarrer al afirmar que lsostenibilidad será clave para el mundo que deje el virus, ya que los ciudadanos serán «más conscientes» de su entorno, «tanto como miembros de una comunidad social como de un planeta».

Es el momento para trabajar para conseguir una oferta que logre posicionar los Destinos 4S: Sostenibles, Seguros, Saludables y Solidarios”.

Estas son las cualidades del destino que priorizará el “nuevo turista. Destinos turísticos que cooperen con sus empresas y productores, que cuiden a sus empleados, que permita involucrarse a la población local,que valoricen su patrimonio, que implementen medidas de seguridad, de salubridad y de confianza para el turista. En definitiva Destinos Humanizados.

María Serrano, socia-consultor de ADEITUR Consultoría Turística.

Son numerosos los informes, artículos, estadísticas, editoriales, etc, que a lo largo de este confinamiento nos están permitiendo adquirir numerosas opiniones sobre futuro incierto que se nos viene encima, en el sector turístico. Opiniones que serán más o menos acertadas, pero que al menos se han reflexionado y justificado.

Nadie se pone de acuerdo del tiempo que durará esta situación de bloqueo al sector turístico, hecho que dificulta la planificación de acciones de choque que motive e impuse el consumo de nuestros servicios turísticos y especialmente de las actividades y experiencias en los destinos que nos preocupan.

Así, entre tanto artículo y dossier técnico analizado, me llama la atención los publicados  por Diana Ramón Vilasarau, Xavier Canalís, Vivi Hinojosa,  Oliver Wyman a través de su consultoría Arivalevent, Josh Oakes de  The Sunshine Tribe, Antonio López de Ávila de Tourism Data Driven Solutions, y muchos otros autores de las ejemplares revistas especializadas en turismo como son Hosteltur, Preferente, Agenttravel y Nexotur, entre otras.

La mayoría de ellos piensa que el sector turístico será uno de los más perjudicados, no solo en su volumen económico y destrucción de empleo (la asociación empresarial World Travel & Tourism Council estima que la pandemia podrá causar la desaparición de 50 millones de puestos de trabajo en el mundo) sino también por el alargamiento de la situación preventiva.  La transversalidad del turismo respecto a los desplazamientos, la reapertura y reactivación de alojamientos, las aglomeraciones en los espacios para grupos en la restauración, en los palacios de congresos, en los museos,…la recuperación de tesorería por el volumen de cancelaciones y devoluciones de reservas,  etc., hará que el inicio de la curva ascendente de la recuperación del sector turístico empiece más tarde.

Sin embargo, existe un consenso amplio en cuanto a que la recuperación pueda tener un mayor ritmo de crecimiento que el resto de sectores económicos si se cumplen ciertas pautas en la planificación en la puesta en marcha de estrategias, ya sean aplicadas a los negocios y servicios turísticos como  a los destinos.  El inicio de esta recuperación podría empezar a partir del cuarto trimestre, quedándose en el camino más del 30% de todas las ganancias, pero volviendo a la normalidad en un par de trimestres.

Por supuesto, nadie tiene claro en la forma de cómo será y cómo vamos a afrontar la nueva situación económica. Es seguro que habrá un cambio profundo de actitud y comportamientos, tanto desde el punto de vista puramente empresarial como personal.

Lo más importante, para tomar las decisiones más oportunas, será elaborar un efectivo plan de marketing a muy corto plazo. Habría que tener en cuenta cómo prevemos el comportamiento de la nueva demanda turística. En este sentido podríamos resumir en algunas de las siguientes pautas y recomendaciones aceptadas por la mayoría de los autores consultados:

  • Se va a incrementar la preferencia por el turismo de cercanía. Según la encuesta de YouGov, un 35% de los españoles considera probable que el coronavirus afectará a sus viajes de verano y de este colectivo, el 11% prevé viajar sin salir de su comunidad autónoma; el 37% se movería por otras regiones de España; el 14% cree que viajará por Europa y solo el 11% estima que viajará fuera de Europa. Otras encuestas ponen de relieve que los europeos preferirán destinos que se demuestren que estén fuera de la pandemia, pero disminuirán en casi un tercio sus gastos de viaje.
  • Será importante que los negocios turísticos, especialmente los rurales y de naturaleza así como cualquier experiencia turística o producto combinado, se diseñen adecuadamente para poder colgarlo en las plataformas online de comercialización. En este diseño deberá tomarse en cuenta valores nuevos como la propia empatía con los clientes para trabajar más que nunca por su fidelización, sin olvidar de la situación que hemos pasado.
  • El diseño adecuado del producto turístico será ahora más  imprescindible que nunca si se quiere vender en origen, ya que si antes, cuando se trata de actividades, los viajeros suelen comenzar la búsqueda antes del viaje pero la mayoría no las reservará hasta el último momento, ahora esta situación se va a acrecentar. Es tiempo ahora de analizar las mejores OTAs (Online Travel Agencies) y otro tipo de plataformas para colocar el producto. Existen buenas oportunidades como son las que están diseñando para destinos los motores de reservas como Misterplan de Ruralgest, o la recién creada Halcón Activites de Globalia que ahora incorpora la oferta de Civitatis, Tui Destination Experiences (por ejemplo ver Tui Tours Rudreisen para alemanes), Onalia, etc. También es importante aquellas plataformas que están incorporando servicios y guías del destino en sus propios servicios como por ejemplo la creadora de ofertas Servantrip, aunque sea de transporte, Beyond the Bed perteneciente a Hotel Beds que también incorporan guías, aunque sean de alojamiento, y así una infinidad de ellas. Es tiempo ahora de analizar las innumerables webs que las analizan. Se debe escoger las que más se adecuen a nuestro producto. Más vale la calidad que la cantidad.
  • Sin lugar a dudas hay que imaginarse a un turista que, durante un tiempo importante va a elegir actividades turísticas que puedan desarrollarse sin aglomeraciones, en grupos más pequeños y sobre todo tomará mayor relevancia el denominado Slow Travel. Un turista que valorará las ofertas de alojamiento con flexibilidad en los horarios de checkin y checkout; un turista que va a demandar en mayor proporción que los años anteriores, un turismo de naturaleza, dando valor al viaje en coche propio para poder disminuir los desplazamientos masivos. Esta es una oportunidad para descubrir el interior de las provincias como complemento al turismo urbano.
  • En este caso los negocios deberán ir adaptando sus experiencias y productos turísticos a estos perfiles de demanda. Como estrategia de promoción, los negocios turísticos deberán considerar incrementar el valor de sus servicios por delante de abaratarlos.
  • Respecto a la intermediación turística también se prevén ciertos cambios de actitud. Por parte del proveedor de servicios, especialmente el alojamiento, incrementarán más la promoción para la venta directa a los clientes debido al malestar generado por la toma de decisiones unilaterales de las OTAs más importantes de la devolución de las reservas. Esto no ha dado opción, en numerosos casos, de dar la oportunidad al proveedor de poder negociar con el cliente una oferta, aplazamiento o descuentos. Por otro lado, el malestar se extiende por parte de las Agencias de Viajes y OTAs, con las compañías aéreas. En este caso, muchas de las líneas aéreas, en lugar de devolver el dinero al cliente, le conceden bonos dejando a las agencias de viajes desprotegidas ante el cliente, ya que éste puede optar por otro tipo de viaje que ya le permite la nueva directiva europea de viajes combinados.  La conclusión es que puede producirse políticas de promoción más agresivas para intentar que la venta al turista sea directa, hecho que las agencias de viajes y OTAs deben tener en cuenta para contrarrestar esta política, precisamente con mensajes de mayor seguridad en la salvaguarda del importe de la compra del cliente, ante cancelaciones por eventualidades del tipo que nos ocupa.
  • Siguiendo con la intermediación turística, los mayoristas o touroperadores van a valorar más aquellos destinos y  proveedores de servicios que incrementen el valor de atributos o políticas que antes no se consideraban tan importantes como son la prevención de riesgos, buena imagen de limpieza e higiene, capacidad de reacción ante circunstancias adversas, controles de seguridad, servicios sanitarios cercanos, etc.
  • Respecto a los destinos turísticos, ya sean municipales, comarcales, provinciales, regionales o nacionales, tendrán que aplicarse en la puesta en marcha de estrategias que lleven a la conversión lo antes posible, en destinos ERI (Entornos Inteligentes Turísticos) ya que se prevé que el futuro turista incremente su capacidad de elección en base al conocimiento virtual de éstos y la tecnificación de sus infraestructuras, equipamientos, atractivos, etc.  Será una oportunidad para destinos de la España vaciada ya que el turista que se prevé tras esta pandemia se adaptaría mejor a estos destinos, pudiendo elegir estos destinos si están provistos de una adecuada conectividad.
  • Los destinos turísticos a través de sus DMO (Decision Management Organization) deberán componer mensajes potentes para levantar el ánimo y recordar los beneficios del turismo. Debieran de unirse varios destinos para desarrollar campañas de promoción conjuntas en favor del turismo en líneas generales. La colaboración público-privada será imprescindible para el éxito de estas acciones y para ello el sector privado deberá estar totalmente organizado y cohesionado para facilitar la interlocución con las administraciones.

Tengamos siempre presente que el turismo es un bien de primera necesidad y que tanto los destinos como las empresas turísticas deben renacer de forma lineada con  los principios de sostenibilidad y seguridad, buscando ahora más que nunca la respetabilidad y la buena reputación de los mismos.

Un Plan de Marketing con acciones concretas adoptadas a cada tipo de destino y cada tipo de empresa turística para un periodo de muy corto plazo (3-4 meses), sumado a la cohesión de las empresas turísticas entre sí y de asociaciones profesionales del territorio serán, dos condicionantes necesarios e imprescindibles para afrontar esta recuperación  con la fuerza que ello requerirá en la colaboración público-privada. Esta será nuestra propia responsabilidad, bien sea como empresario, bien sea como agente público. Será la manera de asegurar que saldremos diferentes, unidos, reforzados y mucho mejores personas.

En Córdoba a 29 de marzo de 2020

Antonio Ramos Pemán

Socio Consultor de ADEITUR Consultoría Turística y

Presidente de EMCOTUR (Asoc. Empresarial de Turismo de la Provincia de Córdoba)

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